Estimados hermanos, líderes y miembros de la Sociedad Misionera Internacional:

Saludos con la palabra de Dios en 3 Juan 2:

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”

Durante los últimos 18 meses, la pandemia de COVID-19 ha causado mucho sufrimiento, miedo, enfermedad y la muerte confirmada de más de 4 millones de personas alrededor del mundo, incluida la muerte de varios de nuestros líderes y miembros de la iglesia. Durante este tiempo, el Departamento de Salud de la Asociación General ha llevado a cabo y participado en varios simposios de salud en nuestro intento de cumplir con nuestra responsabilidad de proporcionar información sanitaria confiable relacionada con COVID-19 a los miembros de la iglesia. Sin embargo, se están recibiendo preguntas en la oficina de la Asociación General solicitando nuestra posición sobre la vacunación; la intensidad aumentó con la vacunación obligatoria introducida en varios países del mundo.

Considerando el COVID-19 y sus vacunas, la Conferencia General reunió a los Departamentos de Salud y Ministerial para un diálogo abierto sobre este tema. Además, el Comité Plenario de la Asociación General se reunió y tomó una decisión al respecto. A través de esta circular deseamos informarles sobre la posición oficial de nuestra iglesia hasta este momento.

Comenzando con la decisión de la Conferencia General en sesión:

El 25 de julio de 1997, los delegados de la Conferencia General deliberaron y votaron sobre la siguiente resolución relacionada con las vacunas para infantes:

199722 Vacunas para infantes 25 de julio de 1997

La propuesta dice: “¿Será un peligro moral o de salud vacunar a nuestros hijos e hijas, particularmente cuando los gobiernos requieren que los niños se inmunicen como requisito para inscribirse en la escuela?”.

La decisión dice: “Recomendamos que nuestros miembros vivan dentro de los principios de los mensajes de salud y fortifiquen su sistema inmunológico en forma natural. No recomendamos el uso de vacunas, sin embargo, no prohibimos su uso bajo circunstancias especiales”.

La votación sobre este asunto obtuvo 54 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones.

En relación con esta decisión, algunos miembros se han preguntado, en primer lugar, por qué no recomendamos las vacunas y, en segundo lugar, cuáles son los casos de excepción.

Considerando las reuniones mencionadas anteriormente del Comité Plenario de la Asociación General y el Director del Departamento de Salud, deseamos comunicar las siguientes razones por las que no recomendamos la vacunación:

  1. Porque tenemos el conocimiento de la reforma pro salud que, si se implementa adecuadamente, estimula el sistema inmunológico de manera natural. Un sistema inmunológico saludable debería protegernos de las enfermedades tal como está diseñado.
  2. Generalmente, las vacunas en su origen son hechas por el hombre y pueden tener efectos secundarios impredecibles, dependiendo de los diferentes cuerpos y condiciones de salud.
  3. Específicamente, las vacunas relacionadas con COVID-19 son relativamente nuevas. No se sabe cuánto tiempo durará la inmunidad y aún quedan por descubrir los posibles efectos secundarios.
  4. La reacción de cada organismo es diferente frente a una vacuna en función de la sensibilidad alérgica. Cada persona, individualmente, debe buscar el consejo de profesionales médicos y averiguar si tiene alergia a algún ingrediente de la vacuna.

En relación con las excepciones en las que nuestros miembros pueden utilizar las vacunas, el Comité Ejecutivo de la Asociación General y el Departamento de Salud de la Asociación General convocaron una reunión del Comité Plenario. Se consideraron diferentes puntos de vista y teorías. Se presentaron las posiciones del Departamento de Salud y del Departamento Ministerial de la Asociación General, posteriormente se tomaron las siguientes decisiones:

  1. La pandemia mundial de COVID-19 debe considerarse una circunstancia especial.
    Se consideró que existen enfermedades como la rabia, el tétanos y otras en las que el uso de la vacunación es una necesidad vital. La proporción y gravedad de la pandemia bajo COVID-19 se acerca a las circunstancias que amenazan la vida de algunos grupos y personas con ciertas condiciones de salud preexistentes, como diabetes, hipertensión, obesidad, asma y EPOC.
  2. Recibir la vacuna COVID-19 no es un pecado contra Dios.
    Se consideró que “pecado es transgresión de los Diez Mandamientos”. Tomar una vacuna para COVID-19 NO es una transgresión de los Diez Mandamientos. La vacuna NO es la marca de la bestia y no estamos a favor de las teorías de conspiración que circulan en los medios. Además, tradicionalmente nuestra iglesia no ha interferido en decisiones personales relacionadas con procedimientos de salud como tratamientos de cáncer, malaria, fiebre amarilla, tuberculosis y otros. En tales casos, recomendamos remedios naturales, pero si un miembro de la iglesia prefiere usar tratamientos convencionales, dicha persona es libre de decidir por sí misma y será la única responsable de las consecuencias.

Los siguientes testimonios inspirados han sido considerados y base de las decisiones antes mencionadas:

“Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes de la naturaleza, que no recargarán ni debilitarán el organismo por la fuerza de sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la pureza en la vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta millares están muriendo; sin embargo, estos remedios están pasando de moda porque su uso hábil requiere trabajo que la gente no aprecia.” –Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, pág. 355, no. 451; Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 418.

“Si el enfermo y doliente hiciera solamente lo que sabe con relación a vivir los principios de la reforma pro salud de un modo perseverante, en nueve casos de diez se recuperaría de sus malestares.” –El Ministerio Médico, pág. 294.

“Tenemos el privilegio de utilizar todos los medios señalados por Dios de acuerdo con nuestra fe, y luego confiar en Dios cuando hemos pedido el cumplimiento de la promesa. Si hay necesidad de practicar una operación quirúrgica, y el cirujano está dispuesto a encargarse del caso, no constituye una negación de la fe el llevar a cabo la operación.” –Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 325.

Cada miembro de nuestra denominación debe sopesar seriamente el asunto de la pandemia y tomar una decisión informada relacionada con su propia salud, en cuanto a si usar o no la vacuna como una opción preventiva. La iglesia da consejos, pero no asume ninguna responsabilidad por las decisiones personales de los miembros o las consecuencias de las mismas. Para aquellos que desean abstenerse de la vacuna la iglesia provee una carta de certificación de su creencia y pertinencia a esta institución religiosa.

“Es deber de toda persona, para su propio bien y el de la humanidad, conocer las leyes de la vida y obedecerlas con toda conciencia.” –El Ministerio de Curación, pág. 89.

El Departamento de Salud de la Asociación General desea instar una vez más a nuestros miembros a tomar todas las precauciones necesarias para preservar y proteger la salud y evitar infectarse con el coronavirus, y si está infectado, evitar la propagación del virus a otros.

Oremos por la protección de nuestro amado Señor y el avance de la obra de Dios cumpliendo la palabra profética y la misión sagrada de nuestra iglesia.

 

Fraternalmente,
Vuestros hermanos en Cristo,

Pastor Tzvetan Petkov, Presidente de la Asociación General

Pastor Douglas Francis, Secretario de la Asociación General

Pastor Morris Lowe, Director del Depto. de Salud de la Asociación General

 

Downloads:

Posición de iglesia: Vacunación COVID-19 (PDF)

Modelo de carta de exención de vacunación (PDF)

Modelo de carta de exención de vacunación (DOC)