1. Principio

Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y que Él mismo es el Autor, habiéndonos revelado su voluntad en el Antiguo y Nuevo Testamento. 1 Tesalonicenses 2:13; Salmos 119:105; Jeremías 15:16.

Ellas son inspiradas directamente por Dios, ya que el Espíritu Santo iluminó el entendimiento de los escritores. 2 Pedro 1:19-21; 2 Timoteo 3:15-17.

Nos informan del origen de nuestro mundo y de la raza humana, de la introducción del pecado y del plan divino de redención. Sólo a través de Jesús podemos alcanzar una vida feliz y eterna en la nueva tierra.

Contienen declaraciones que nos revelan los acontecimientos pasados, presentes y futuros. Las profecías ya cumplidas son una prueba de su origen divino. Isaías 46:9, 10.

En la Biblia se nos muestra el conocimiento necesario y el camino para la salvación de nuestra alma.

Las Sagradas Escrituras, como la verdadera y completa revelación de Dios, son la única regla infalible de nuestra fe y vida.

2. Introducción

La Palabra de Dios es el libro sagrado de la cristiandad. Fue el primer libro impreso y hasta hoy el número uno en publicaciones en prácticamente, todos los idiomas conocidos y la mayoría de los dialectos.

Este volumen divino es también llamado Biblia y aunque este calificativo no se encuentra entre sus líneas, el nombre proviene del latín biblia, que viene a su vez del griego biblia, corresponde a biblos, que significa ‘libros’. Esta voz del griego deriva a su vez de byblos, que significa ‘papiro’, el nombre del material en el cual se escribían, generalmente, los libros antiguos. Los griegos utilizaban este término porque en el puerto fenicio de Byblos se podía comprar papiro.

Que la Palabra de Dios reciba el nombre de libros o Biblia tiene sentido, ya que la componen 66 libros, escritos por, aproximadamente, 35 autores a lo largo de un período de unos 1.500 años. Además recibe el calificativo de Sagradas Escrituras por la descripción judía de éstas, como los escritos, refiriéndose a una parte de ellas.

Se cree que la palabra griega ‘BIBLIA’ fue aplicada a los Escritos Sagrados por primera vez por Juan Crisóstomo, patriarca de Constantinopla, entre los años 398 a 404 d.C.

“La Biblia es la historia más antigua y abarcante que poseen los hombres. Nació de la fuente de verdad eterna y una mano divina ha preservado su pureza a través de los siglos. Ilumina el lejano pasado en el cual en vano trata de penetrar la investigación humana. Solamente en la Palabra de Dios contemplamos el poder que puso los cimientos de la tierra y extendió los cielos. Sólo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones. Sólo en ella se da una historia de nuestra raza, libre de prejuicios u orgullo humanos.” La Educación, 169

3. Definición

Es interesante notar que lo que hoy conocemos como Biblia, la cual se encuentra dividida en dos grandes partes, ya tenía su nombre específico. El mismo Jesús lo expone en Mateo 21:42 “Jesús les dijo: Nunca leísteis en las Escrituras…”.

Estas Escrituras se encontraban, a su vez, divididas en tres secciones, de acuerdo a la descripción del Salvador en Lucas 24:44 “… las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés y en los profetas y en los salmos.”

Las Escrituras a las que hace referencia Cristo en los Evangelios corresponden al Antiguo Testamento, primera parte de la Biblia, y la única que se encontraba escrita en los tiempos de Jesús.

El Antiguo Testamento se escribió, originalmente, en hebreo antiguo con la excepción de ciertos apartados en arameo. 39 libros componen esta primera sección de la Palabra de Dios escritos por 30 autores diferentes, aproximadamente. Algunos libros se componen de escritos de diferentes autores, mientras que otros son de un solo autor.

Se considera que un 35% del texto que contiene el Antiguo Testamento se encuentra redactado en forma poética, mientras que el resto utiliza la prosa.

El Antiguo Testamento se inicia con el tema de la creación y concluye con un libro profético, escrito aproximadamente 425 años antes del nacimiento de Jesús que anuncia Su antecesor.

El nombre ‘Antiguo Testamento’ se halla usado por primera vez en 2 Corintios 2:14 donde se refiere al antiguo pacto dado a Israel y a los libros sagrados relacionados con él.

A continuación se presenta una lista de los libros del Antiguo Testamento con fechas aproximadas de aparición.

ANTIGUO TESTAMENTO

Génesis:   Aprox. 1500 a. C.*
Éxodo                  1440
Levíticos               1440
Números              1405
Deuteronomio      1405
Josué                    1390
Jueces                   1000
Rut                        1000
1 Samuel               1000
2 Samuel              1000
1 Reyes                  580
2 Reyes                 580
1 Crónicas             410
2 Crónicas            410
Esdras                  400
Nehemías             410
Job                        1450
Salmos                  410-470
Proverbios             960
Eclesiastés             930
Cantares               960
Isaías                    746-686
Jeremías                604
Lamentaciones     586
Ezequiel                570
Daniel                   606-536
Oseas                   729
Joel                        620
Amos                    753
Abdias                  820
Jonás                     930
Miqueas                740-700
Nahum                  640
Habacuc                630
Hageo                    520
Zacarias                 520-510
Malaquías              520-511
* a. C. = antes de Cristo

El Nuevo Testamento es la segunda gran sección de las Sagradas Escrituras. Contiene 27 libros de 9 autores diferentes que escribieron, generalmente, en griego. Esta parte de la Biblia también se encuentra dividida en tres grupos diferentes: libros históricos, epístolas y profecía.

Todos los libros se escribieron después de la muerte de Cristo, pero la sección se inicia con su  nacimiento y concluye con la restauración de la tierra.

Las referencias al Antiguo Testamento en el Nuevo son comunes en el desarrollo argumentativo del mensaje expuesto, estrechando así los vínculos temáticos y fortaleciendo el propio contenido, tal como Pedro lo hizo: “Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y hablóles diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. …Mas esto es lo que fue dicho por el profeta Joel…Porque David dice de él…” Los Hechos 2:14, 16, 25.

La autoridad del Antiguo Testamento es un elemento decisivo en el Nuevo Testamento, ya que es su punto de partida e impulso de desarrollo. En Romanos 9:13, 15, 17 encontramos ejemplos interesantes al respecto: “Como está escrito … mas a Moisés dice …Porque la Escritura dice de Faraón …”

En el Nuevo Testamento se encuentran unas 263 citas directas y 370 alusiones a pasajes del Antiguo Testamento.

A continuación se presenta una lista de los libros del Nuevo Testamento y su fecha de aparición aproximada.

NUEVO TESTAMENTO

Mateo          Aprox. 70 d. C.*
Marcos                   55-70
Lucas                      63
Juan                        90
Hechos                   61-63
Romanos                58
1 Corintios              57
2 Corintios              57
Gálatas                    58
Efesios                     52
Filipenses                62-63
Colosenses              62
1 Tesalonicenses    51
2 Tesalonicenses    51
1 Timoteo                Aprox. 64 d. C.
2 Timoteo                66
Tito                           65-66
Filemón                   62
Hebreos                   63
Santiago                  44
1 Pedro                    66
2 Pedro                   67
1 Juan                     95
2 Juan                     96
3 Juan                     96
Judas                      70
Apocalipis             96
 * d. C. = después de Cristo

“Durante los veinticinco primeros siglos de la historia humana no hubo revelación escrita. Los que eran enseñados por Dios comunicaban a otros, y estos conocimientos eran así legados de padres a hijos a través de varias generaciones. La redacción de la palabra escrita empezó en tiempo de Moisés. Los conocimientos inspirados fueron entonces compilados en un libro inspirado. Esa labor continuó durante el largo período de dieciséis siglos, desde Moisés, el historiador de la creación y el legislador, hasta Juan, el narrador de las verdades más sublimes del Evangelio.” El Conflicto de los Siglos, 7

4. Características

La principal particularidad de la Biblia que la convierte en un libro sagrado se sintetiza en Lucas 8:21 “la palabra de Dios…”. Es el mensaje del Señor a la humanidad.

Otro atributo divino fundamental se encuentra en 2 Timoteo 3:16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. El mensaje íntegro de la Biblia es de origen divino en su contenido.

La decisión de hacer accesible a los seres humanos el mensaje divino en una forma escrita fue una decisión diva, tal como se informa en 2 Pedro 1:21 “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino por los santos hombres de Dios que hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

Las Sagradas Escrituras se escribieron con un propósito muy concreto, de acuerdo a Romanos 15:4 “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”.

El fin principal de la Biblia es la enseñanza de la verdad y el bien del ser humano, lo cual presenta diversas posibilidades, según 2 Timoteo 2:16 “…útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”.

El contenido de la Palabra de Dios incluye dos principios fundamentales tal como se describe en Juan 17:17, el primero “…tu palabra es verdad…” y el segundo en el Salmo 138:2 “…tu palabra sobre todas las cosas”.

La aceptación de las Sagradas Escrituras como la Palabra de Dios, como verdad suprema la convierte al mismo tiempo en máxima autoridad. “Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad” Lucas 4:32. El mensaje que presentaba era “…la palabra de Dios es viva y eficaz…” Hebreos 4:12

El Señor Jesús pronunció una bienaventuranza sobre todos aquellos que “…oyen la palabra de Dios y la guardan” Lucas 11:28

“Dios se ha dignado comunicar la verdad al mundo por medio de instrumentos humanos, y él mismo, por su Santo Espíritu, habilitó a hombres y los hizo capaces de realizar esta obra. Guió la inteligencia de ellos en la elección de lo que debían decir y escribir. El tesoro fue confiado a vasos de barro, pero no por eso deja de ser del cielo. Aunque llevado a todo viento en el vehículo imperfecto del idioma humano, no por eso deja de ser el testimonio de Dios; y el hijo de Dios, obediente y creyente, contempla en ello la gloria de un poder divino, lleno de gracia y de verdad.” El Conflicto de los Siglos, 9

5. Referencias

Las Sagradas Escrituras son presentadas de diversas formas, pero especialmente simbólicas, tal como se expone a continuación:

LUZ “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Salmo 119:105

SEMILLA “La semilla es la palabra de Dios”. Lucas 8:11

ALIMENTO “Fueron halladas tus palabras y yo las comí…”. Jeremías 15.16

VIDA “Y sé que su mandamiento es vida eterna”. Juan 12:50

La divinidad se relaciona directamente con la Palabra de su autoría, tal como sigue:

PADRE “El que es de Dios, las palabras de Dios oye…”. Juan 8:47

JESÚS “… y su nombre es la Palabra de Dios”. Apocalipsis 19.13

ESPÍRITU SANTO “…convino que se cumpliese la Escritura, la cual dijo antes el Espíritu Santo…”. Hechos 1:16

Es interesante comprobar que de todas las palabras que Dios habló al ser humano hubo unas, en especial, que El escribió con su propio dedo, de acuerdo a Deuteronomio 4:12, 13 “Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego: oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. Y el os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, las diez palabras, y las escribió en dos tablas de piedra”. El resto del contenido escrito de las Escrituras fue comunicado a sus respectivos autores de diversas formas, tal como se describe en Job 33:14, 15, 16. “Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios, mas el hombre no entiende. Por sueño de visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho. Entonces revela al oído de los hombres y les señala su consejo”.

En cuanto al libro de Apocalipsis se detalla, particularmente, el proceso mediante el cual el profeta Juan recibió el mensaje, según Apocalipsis 1:1

 1. Dios a Jesús

 2. Jesús al ángel

 3. El ángel al profeta

 4. El profeta a la iglesia

“En su Palabra, Dios comunicó a los hombres el conocimiento necesario para la salvación. Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como dotadas de autoridad absoluta y como revelación infalible de su voluntad. Constituyen la regla del carácter; nos revelan doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia religiosa”. El Conflicto de los Siglos, 9

6. Comentarios

A continuación se presenta una reseña de algunas de las más antiguas y más importantes traducciones o versiones de la Biblia, y especialmente las existentes en castellano.

La Septuaginta o ‘Versión de los Setenta’, fue preparada por los intelectuales judíos de Alejandría alrededor del año 280 a. C. Fue usada en general en tiempo de Cristo y era una traducción directa del hebreo al griego.

La Vulgata o traducción latina hecha por Jerónimo en Belén. Completó el Nuevo Testamento alrededor del año 385 d. C. y el Antiguo Testamento algo más tarde.

La antigua versión de Casiodoro de Reina, de 1569, revisada por Cipriano de Valera, en 1602, y cotejada posteriormente con diversas traducciones y con los textos hebreos y griegos en los años 1862 y 1909. En 1960 se hizo una nueva revisión con cambios fundamentales en la traducción de algunos términos.

La versión de Torres Amat realizada por el sacerdote español José Miguel Petisco en su traducción de la Vulgata Latina y conocida por el nombre del obispo español Félix Torres Amat, por haber sido éste quien dispuso publicarla y le agregó notas y comentarios en los años 1823 y 1824.

La versión Bover – Cantera, realizada en versión crítica sobre los textos hebreo y griego por el sacerdote José María Bover y por el catedrático de hebreo de la Real Academia de la Historia, Dr. Francisco Cantera Burgos. Editada en España en 1951.

La versión Nácar – Colunga, vertida directamente de las lenguas originales hebrea y griega por el canónigo Eloino Nácar Fuster y el sacerdote Alberto Colunga, fue también editada en España en 1951.

7. Conclusión

“Es apropiado y correcto leer la Biblia; pero vuestro deber no termina allí; habéis de escudriñar sus páginas por vosotros mismos. No se obtiene el conocimiento de Dios sin esfuerzo mental, sin oración en demanda de sabiduría para poder separar el grano puro de la verdad, de la paja con la cual los hombres y Satanás han desfigurado las doctrinas de verdad. Debiéramos buscar diligentemente el tesoro escondido y pedir sabiduría de lo alto a fin de distinguir entre las invenciones humanas y los mandamientos divinos. El Espíritu Santo ayudará al buscador de preciosas verdades relacionadas con el plan de redención. Quiero recalcar el hecho de que una lectura ocasional de las Escrituras no es suficiente. Debemos escudriñarlas y esto significa todo lo que palabra implica. Así como el minero explora afanosamente la tierra para descubrir las vetas de oro, así debéis explorar la Palabra de Dios en busca del tesoro escondido que por tanto tiempo Satanás ha tratado de ocultar al hombre. El Señor dice: ‘El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina’. Juan 7:17”. La Educación Cristiana, 307

“El primero y más alto deber de toda criatura racional es el de escudriñar la verdad en las Sagradas Escrituras y luego andar en la luz y exhortar a otros a que sigan su ejemplo. Día tras día deberíamos estudiar diligentemente la Biblia, pesando cada pensamiento y comparando texto con texto”. El Conflicto de los Siglos, 656